Por Julio Fernandez Baraibar

La irracionalidad bestial del neoliberalismo semicolonial hace que verdaderos energúmenos, buenos para casi nada, discutan los criterios de especialistas que se han dedicado toda su vida a estudiar el desarrollo de las epidemias. Y eso pese a que ese mito neoliberal, «el mundo» del cual estaríamos aislados, reconoce el gran desempeño argentino en su lucha contra la pandemia.
El espectáculo que da el PRO y algunos de sus sicofantes, así como el monopolio mediático cada vez más huérfano de espectadores y lectores, es vergonzozo. Nunca como en esta oportunidad los intereses monopólicos de estos conglomerados han quedado mas evidenciados en su crapulosidad, su irresponsabilidad social y su sustrato genocida.

¿Hay errores? Sí.
¿Hay demoras, fallas, falta de reflejos, falta de un mayor jacobinismo? Sí, por supuesto.
Pero ese es nuestro problema. Ni una sola de nuestras exigencias y críticas puede debilitar al gobierno de Alberto y servir a los objetivos de esa pandilla que está buscando la muerte de 10 o 15 mil argentinos con dos objetivos: sus intereses económicos inmediatos, por un lado, y acusar a nuestro gobierno, posteriormente, de no haber actuado para impedir esas muertes.

Acá estamos luchando contra el Coronavirus y contra una clase social a la que no le interesa ni el país ni los argentinos. Es una lucha en dos frentes simultáneos.

A no equivocarse.