«La bala no salió, pero acaba de matar a la Democracia y las esperanzas de millones de argentinos» por Daniela Bambill
La bala no salió pero acaba de matar a la Democracia y las esperanzas de millones de argentinos.
El 1° de septiembre de 2022 padecimos uno de los mayores ataques a la democracia de la historia. Un delincuente atentó contra la vida de Cristina Fernández de Kirchner en la vía pública de la ciudad de Buenos Aires. Lo peor no sucedió esa noche sino después: quedó a la vista una trama de ocultamientos y mentiras que confirman la debilidad del Estado de Derecho y la complicidad de jueces, fiscales y empresarios en contra de la voluntad popular.
La Justicia, los Medios y la dirigencia política debiera responder:
No es un caso policial. No es discutir el pasado. No es revisar anécdotas. Es evidente que una organización intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, la actual vicepresidenta de la Nación y dos veces presidenta elegida por el voto popular.
La Justicia no investiga porque mantiene connivencia con los sectores de la política que se expresan mediante la violencia, avalando, con su inacción, la debilidad democráticay llegando al sumun con la suspensión de elecciones provinciales. Una parte de la Justicia argentina es cómplice del intento de matar a la Democracia.
La teoría del Lawfare ha llegado al punto de deshumanizar y naturalizar la muerte del adversario político en la Argentina. Claro, nuestro país tiene larga historia en ser, en esta suerte, los mejores en las demandas del Norte. Ya lo vivimos con la Escuela de las Américas que nos costó 30 mil desaparecidos y otras tantas miles de muertes para aplicar el programa económico de expoliación que necesitaba el Imperio. Hoy, la última barrera de contención para evitar que la historia se repita, en este caso, con el objetivo de nuestros recursos naturales y la Argentina como pieza fundamental en el juego geopolítico de USA, es Cristina Fernandez de Kirchner.
No investigar ni condenar el hecho más violento desde la recuperación democrática es naturalizar a la muerte como alternativa de disputa política. Por eso, no es un caso policial. Este intento de asesinato rompe las reglas de convivencia democráticas pactadas por todo el pueblo de la Nación en 1983 cuando dijimos NUNCA MÁS.
No conformes con esto, el Partido Judicial intervino directamente el funcionamiento del federalismo. Ignoró la Constitución Nacional y avasalló el derecho soberano de los pueblos de las provincias suspendiendo sus elecciones.
El preludio o la amenaza de PROSCRIPCIÓN a Cristina se ha materializado esta semana. La vicepresidenta ha manifestado taxativamente que no será candidata para no exponer a nuestra fuerza política a los designios de los jueces corruptos que constituyen una Corte deslegitimada.
La bala que no salió ha matado a la Democracia en sus primeros 40 años ininterrumpidos.
Daniela Bambill