Nuestra solidaridad con Venezuela es eterna y permanente
La gira latinoamericana del ingeniero Rex Tillerson, Secretario de Estado de los EE.UU. y su reunión con el ingeniero Mauricio Macri, presidente de nuestro país, tiene como única finalidad alinear a los países del continente a los objetivos estratégicos norteamericanos, en general, y alejarlos de sus coqueteos con Rusia y China. Y, en particular, lograr su apoyo para aumentar la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, de Venezuela, tanto en la OEA, como ante una eventual agresión militar yanqui.
El diario español El País, vocero permanente de las intromisiones yanquis en nuestro continente, publicó el 3 de Febrero: “Por ello también se hablará de sanciones contra el régimen de Maduro, instrumentos diplomáticos que los latinoamericanos eluden sistemáticamente, y de la ayuda humanitaria y cómo llevarla a cabo. La gira de Tillerson tiene un objetivo específico: formar una coalición hemisférica para poner de rodillas a una dictadura criminal que amenaza la seguridad, libertad y prosperidad de la región de una manera jamás vista antes”.
Dejando de lado el estilo genuflexo del pasquín socialdemócrata y su retórica propagandística, parece evidente que el gobierno de Trump ha descubierto que su neoaislacionismo proteccionista ha dejado un flanco abierto a la presencia comercial, económica y, en algunos casos, política de los otros actores de la multilateralidad que hoy caracteriza a la política internacional.
El Instituto Independencia denuncia todo intento de comprometer a nuestro país en una coalición de gobierno liberales conservadores latinoamericanos contra Venezuela. El gobierno de Maduro, sucesor del proceso independentista y transformador iniciado por Hugo Chávez, ha sido más ratificado electoralmente que ningún otro gobierno del mundo y se prepara para una nueva elección presidencial este mismo año. Todo ello en medio de un creciente asedio económico y comercial por parte de los EE.UU. y del gobierno colombiano, que es responsable de las dificultades cotidianas que hoy viven los venezolanos.
Por otra parte, los argentinos le debemos a Venezuela, a su gobierno y a su pueblo, el fuerte apoyo financiero recibido por el presidente Néstor Kirchner en el momento en que decidió enfrentarse con los acreedores internacionales.
La presencia de Tillerson en Buenos Aires es hostil a las aspiraciones más profundas del pueblo argentino, atenta contra la unidad impostergable de los pueblos latinoamericanos, cuestiona la tradición argentina fundada por Carlos Calvo y Luis María Drago de solidaridad continental y pretende resucitar la nefasta doctrina Monroe, ya impugnada por un gran presidente conservador como fue Roque Sáenz Peña.
En un enfrentamiento entre EE.UU. y Venezuela, los argentinos estaremos siempre del lado de Venezuela, cualquiera sea su gobierno. Mucho más si este es un gobierno popular sostenido y defendido por el pueblo venezolano.
Buenos Aires, 5 de Febrero de 2018
Daniela Bambill Presidenta
Julio Fernandez Baraibar Director Ejecutivo