La Provincia de Buenos Aires esta detonada. La situación social no se ha desbordado exclusivamente por la contención que realizan los intendentes, algunos, no todos, claro está.

La Gobernadora Vidal les debe la paz social a los y las dirigentes del peronismo bonaerense que priorizan el bienestar de la población a especulaciones políticas.

Pero la situación es de tal gravedad que el equilibrio es una tarea muy difícil de sostener.

Mientras Macri arremete con el ajuste bestial, Vidal intenta sostener la precariedad de la Provincia sin políticas solo con acusaciones cruzadas y elementos de marketing, algún asesor podría informarle a esta chica de Flores que la campaña ha terminado, que los enemigos virtuales que ha buscado para justificar su ineptitud no lo son para el grueso de la población, que amenazando con dividir Distritos no resuelve crisis y que esta aventura de haber llegado a La Plata en globo requiere de una capacidad que ha demostrado sobradamente, no tiene.

El juego de este equipo de yupis trasnochados se termina cuando el hambre se mete en las barriadas, Buenos Aires no es solo el trampolín político para oportunistas.

Buenos Aires con hambre, con desocupación de dos dígitos, con la inseguridad ciudadana como corolario, con escuelas cerradas por la muerte absurda y sin respuestas, sin hospitales ni atención primaria de la salud, sin remedios, sin cobertura mínima social es un polvorín a punto de estallar.

Hemos oído repetir hasta el hartazgo a Macri decir que no hay “soluciones mágicas”, esa frase desprovista de cualquier relación con la investidura presidencial es perfectamente aplicable como consejo a la chica de Flores, la dirigencia peronista no podrá hacer magia, los y las intendentes que frenan el desborde por responsabilidad con el pueblo bonaerense, no pueden “multiplicar panes”, sería tiempo que la Gobernadora deje de recorrer canales televisivos y realizar spot publicitarios y se ponga a resolver los acuciantes problemas de la Provincia.

La Provincia de Buenos Aires está destruida y la Gobernadora sigue jugando a la chica buena de Flores con buenas intenciones, María Eugenia Vidal es otra cara de este Gobierno de corruptos, ineptos e inescrupulosos serviles al poder financiero internacional dispuestos a entregar el país sin reparo alguno.

La “seducción por la barbarie” de la que hace gala la chica de Flores cuando habla de “los pobres de la provincia” y la ubican en el lugar más despreciable para quienes entendemos la política como herramienta de transformación social y a las políticas públicas como elemento de garantía de la igualdad de oportunidades.

El Pueblo bonaerense tiene dignidad y memoria dos variables que no entran en el radar de la chica de Flores.

No habrá magia marketinera ni buena voluntad opositora que frene el rugir de la panza de Buenos Aires con hambre de dignidad.

Solo es cuestòn de tiempo.

Por Daniela Bambill