El Instituto Independencia hace manifiesto su más absoluto repudio y denuncia el criminal

intento del gobierno de las multinacionales y los exportadores encabezado por Mauricio

Macri de encarcelar y proscribir a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El más crudo y deshumanizador capitalismo financiero se estableció en la Casa Rosada.

Desembarcaron los gerentes de las grandes empresas multinacionales en cada ministerio,

dispuestos a reinstalar el funcionamiento del libre mercado en su versión más corrosiva,

aumentar la tasas de ganancia empresarial, reducir los llamados “costos salariales”,

contener la inversión pública social e infraestructural, volver a endeudarnos y profundizar

las desigualdades. Todo ello con el apoyo de la prensa oligopólica, parte del poder judicial

y los viejos y nuevos partidos políticos que rápidamente se adaptaron a sus normas.

Cristina Fernández de Kirchner llevó adelante, junto con el de Néstor Kirchner, los

mejores gobiernos que conoce nuestra historia después de la muerte del General Perón.

Toda la serie de realizaciones nacionales llevadas adelante en estos doce años, la

conquista de nuevos derechos y el restablecimiento de un papel soberano de nuestro país

en el mundo y en la reactualización del proceso de Unidad Continental fueron, ni más ni

menos, que la puesta en valor del programa histórico del peronismo en las condiciones del

nuevo siglo.

Los sectores del privilegio nacional e internacional llevaron adelante un permanente

ataque contra su gobierno, mientras no se toleraba su ejemplo de mujer que ejercía

plenamente el poder. Su firmeza y decisión puso en cuestión el modelo conservador de la

mujer en la sociedad semicolonial y, si como presidenta, se la trataba de “yegua” o

“bipolar”, hoy se la ataca como “corrupta”, por parte de una cáfila de sinvergüenzas

evasores, negreros, agentes imperialistas y corruptores contratistas del Estado.

Denunciamos que el régimen imperialista del capital financiero presidido por Mauricio

Macri intenta, con esta persecución judicial, proscribir a la ex presidenta y sumamos

nuestra voz a la del conjunto del pueblo peronista y no peronista que continúa

reivindicando como ejemplo de realizaciones estos doce años de gobierno nacional y

popular.

Si estas mismas clases sociales y grupos empresariales lograron tener proscripto y exiliado

al general Perón durante 18 años, sabemos que no vacilarán en usar todo tipo de medios

para, nuevamente, proscribir a quien exprese la soberanía y voluntad del pueblo

argentino.

Como en aquellos 18 años de proscripción, la calle nos encontrará nuevamente luchando

para que la expresión de la soberanía popular vuelva a impulsar el proceso de

independencia económica, justicia social y unidad latinoamericana.

Buenos Aires, 2 de julio de 2016